¿Cuándo fue la última vez que te miraste al espejo y te sonreíste? No para corregirte. No para esconderte. Sino para reconocerte, para decirte: "Aquí estoy, y estoy hermosa".
Vivimos bombardeadas por mensajes que nos dicen que debemos cambiar: bajar, ocultar, cubrir, disimular. Y eso deja huellas en nuestro cuerpo, pero también en nuestra mente. Poco a poco, dejamos de escucharnos. Nos desconectamos.
La lencería puede parecer superficial para algunos, pero para nosotras, puede ser una herramienta de reconexión. Cuando eliges una pieza que te queda bien, que se siente como una caricia y no como una exigencia, algo cambia. No es magia. Es presencia.
La lencería adecuada no solo sostiene tu cuerpo, también puede sos
tener tu autoestima. Puede devolverte el deseo de tocar tu piel con cariño, de caminar con seguridad, de verte con ojos nuevos. Y cuando eso ocurre, se siente como regresar a ti.
Esto no es un llamado a vestirte de encaje todos los días (aunque si quieres, también se vale). Es una invitación a elegir desde el amor, desde el placer y no desde la culpa.
Este mes en Passion Corner, quiero ayudarte a escuchar tu cuerpo. A volver a ti. A ponerte primero. Y si lo hacemos juntas, mejor.
¿Y tú? ¿Estás lista para volver a escucharte?
Hasta la próxima...
~Mari
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